martes, 29 de mayo de 2007

La Fantasia

Según la "Enciclopedia Definitiva de la Fantasía" ("The Ultimate
Encyclopedia of Fantasy"; David Pringle editor; ISBN: 1858683734),
la fantasía es la ficción de los deseos del corazón. Algunas ramas
de la ficción reciben su nombre por los temas que tratan (ciencia-
ficción) o por las emociones que suscitan (terror) pero la fantasía
"pura" va mucho más allá. Trata sobre cumplir los deseos, en concre-
to el anhelo del corazón humano de un mundo más amable, un ser me-
jor, una experiencia completa, una sensación de verdadera pertenen-
cia. Utilizando una antigua metáfora, la fantasía busca sanar el
erial. De hecho, recurrir a una metáfora antigua quizá sea la mejor
forma de tratar la fantasía, ya que la mayoría de las cosas que de-
finen este género se remontan a los comienzos de la humanidad.

Tenía pensado escribir un pequeño artículo sobre este tema, pero abrí
la mencionada enciclopedia en busca de ideas y me encontré que el
Maestro ya lo había hecho por mí en el prólogo. Aquí lo tenéis.

> Bienvenidos a la Cueva de la Tormenta. Nuestra habilidad para
> construir otros mundos nos hizo humanos. Muchos animales son lis-
> tos, pero hasta donde nosotros sabemos, nunca se les ocurren ideas
> sobre quién fabrica el trueno.
>
> A un proto-humano sí que se le ocurrieron, en alguna cueva azotada
> por la lluvia. Tuvo que haberle llegado como un relámpago. Puede
> que fuera un relámpago. De repente... dentro de su cabeza había
> gente en el cielo, y de repente había un lugar donde la gente iba
> al morir... y de repente había un enorme mundo fantasmal detrás de
> éste donde los colores eran más brillantes.
>
> Con el paso del tiempo, nuestro proto-humano descubrió que sus en-
> soñaciones no sólo proporcionaban explicaciones, sino que también
> le habían abierto el camino para conseguir un buen trabajo al calor
> del fuego y con todos los pedazos de mamut que pudiera comer. Había
> encontrado algo que valía más que la comida. La noticia se exten-
> dió. El segundo oficio más antiguo del mundo se convirtió en una
> industria creciente (el más antiguo es el de tallador de sílex, a
> pesar de lo que te hayan contado).
>
> Utilizaba un invento invisible que puso a los hombres en el camino
> de... bueno, de la humanidad, porque antes de poder cambiar el mun-
> do necesitas poder visualizar un mundo distinto. La imaginación, no
> la inteligencia, nos hizo humanos. Las ardillas son bastante inte-
> ligentes en lo que concierne a las avellanas, pero hasta donde no-
> sotros sabemos nunca han contado cuentos de un héroe que les robó
> las avellanas a los dioses.
>
> Esa habilidad nos ha proporcionado toda nuestra ficción y nuestra
> mitología. También la mayoría de nuestras religiones, porque des-
> pués del éxito de "Lo que es el trueno" y su secuela "Cómo conse-
> guimos el Fuego", que rompió records de monton-de-costillas-de-
> mamut-jugosas, a algún aprendiz listo con la frente como un balcón
> se le ocurrió el increíble "Podemos conseguir que el Tronador deje
> de hacernos daño si hacemos Estas Cosas Especiales", seguido de
> "Somos la Gente Verdadera y somos mejores que la gente del valle
> de al lado porque nosotros hacemos Estas Cosas Especiales". De re-
> pente, la vida era mucho más interesante aunque, para la gente del
> valle de al lado, iba a ser algo más corta.
>
> De repente, la vida era un cuento. El Homo Sapiens se convirtió en
> Homo Narrans, "el hombre cuentacuentos"; el resto es, literalmente,
> historia.
>
> Somos criaturas de fantasía. Pasamos mucho tiempo en ese enorme
> mundo fantasmal de los colores brillantes, y una parte de él es lo
> que llamamos "civilización". Los músculos mentales que hinchamos
> con el aeróbic de los dioses y los héroes han continuado inventan-
> do nuevas fantasías ("justicia natural", "expropiación", "derechos
> humanos") a las que hemos conferido algo que se acerca a una forma
> sólida. Flotamos por el frío y oscuro universo sobre una balsa de
> fantasías, de "cosas inventadas".
>
> Resulta extraño, entonces, que la fantasía descarada siga provo-
> cando nubes de desaprobación. Pero algunos de los motivos son fá-
> ciles de ver, incluso en estas páginas. La mera cantidad, por
> ejemplo. El contar y recontar. Todos esos mundos nuevos y héroes
> eternos. La sugerencia de que este mundo podría ser otro completa-
> mente distinto siempre molesta a los que están contentos con cómo
> son las cosas. Los cuentos con imaginación suelen inquietar a aque-
> llos que no la tienen. Los gobernantes recelan de nuevos mundos
> en los que no impera su mandato. A los carceleros no les gusta
> el escapismo. Probablemente el hombre de la cueva se llevó alguna
> zurra de los líderes del clan. Contar cuentos puede ser peligroso.
>
> Y ahora, bienvenidos al mapa de los sitios invisibles... Y pásame
> las costillas de mamut, por favor.
>
> - Terry Pratchett.

-+-
Miss Susan Sto Helit [klatchian@gmail.com]

extraido de :
E L P U E R C O E S P Í N
Boletín de la Legión Extranjera Klatchiana
(Sección en Lengua Castellana)
[71]
[Enero 07]


Si no sabes quien es Terry Pratchett ("el maestro") ni que es eso del Mundodisco desaparece y arde en los 23,Infiernos horrible persona ignorante. No, en serio, tú tambien puedes seguir con nosotros. Simplemente pincha aquí antes.

1 comentario:

_Lain_ dijo...

Me ha gustado mucho la propuesta de Pratchett sobre la definición de la fantasia. Evidentemente es un elemento más que nos hace humano, eso ya lo sabemos todo, pero me atrevería a decir que la fantasía es más aún que esto. La muerte también forma parte del ser humano, asi como la cultura y la sociedad. También la religión y los genocidios también nos define como humanos.
La fantasía es sin embargo, un elemento que forma parte de todo eso, pero que además tiene la capacidad de tener independencia propia. Todos los mundos imaginarios con los que se ha fantaseado, podrían seguir existiendo (y de hecho seguirán existiendo)aunque toda la humanidad se existinguiera...